“En esta habitación no van a entrar furcias adolescentes” fue la primera frase que se escuchó aquel primero de agosto en la destartalada habitación de hostal que compartíamos más mal que bien Pablo, Alfonso y yo. “Pero…” alegó Pablo. “Ni peros, ni peras” (porque, si a mi madre le funcionaba como argumento eso de poner en femenino todo lo que fuera que se discutía, a mí también). “No quiero tus fluidos en mis sábanas”. Ya sabéis, la típica discusión matutina con los colegas.
Y es que después de una noche entre los ronquidos de Pablo, las paranoias insómnicas de Alfonso y una resaca del copón bendito, los ánimos para asistir al segundo día del Santander Music Fest 2014 no estaban demasiado altos, todo hay que decirlo. Pero el día mejoró, la lluvia (no) arreció y grupos como Love of Lesbian o El Columpio Asesino marcaron una noche fría y cálida a la vez en el prado de la Magdalena.
Día 2: La Habitación Roja, Love of Lesbian, Archie Bronson Outfit, El Columpio Asesino y 2 Many DJs. (Si tú me dices Ben, yo digo ni con un palo, Affleck).
Día 2: La Habitación Roja, Love of Lesbian, Archie Bronson Outfit, El Columpio Asesino y 2 Many DJs. (Si tú me dices Ben, yo digo ni con un palo, Affleck).
Después de un desayuno a base de bourbon con zumo de naranja en el caso de Kerouac; de Nolotiles en el caso de Alfonso, y de un enorme y gigantesco café cobrado a precio de oro en la cafetería del hostal en mi caso, se imponía como “planazo del día” recuperar fuerzas. Y es que ya sabéis que dormir es el nuevo sexo, según El País. Y si lo dice El País, es que es verdad.
Afortunadamente, esta vez sí que llegamos a tiempo a ver al primer grupazo (así, con todas las letras) de la jornada: la Habitación Roja. Siendo de los más veteranos del festival, con 20 años de experiencia a sus espaldas, y con una actitud y una energía envidiables, el quinteto de L’Eliana desafiaba a la lluvia cántabra, y esta respondía poniéndose más chula todavía y obligando a los previsores (esos que se habían comprado un chubasquero) a protegerse del agua. Afortunadamente, el duelo Jorge Martí-Lluvia duró poco, y de aquel breve temporal solo quedó como prueba mi encrespado pelo.
La Habitación Roja empezó con sus “temas menores”, haciéndose de rogar hasta llegar a aquello que todo su público imploraba: De cine e Indestructibles, canción con la cual se hizo incluso difícil escuchar la voz de Martí de tanto como vocearon los asistentes.
“Hay otros grupos, quizás mejores, pero no son la Habitación Roja” se despedía el cantante, destrozando la batería con su guitarra como performance final al más puro estilo rock&roll que tanto se echó de menos durante aquellos tres días en la vetusta Santander.
Aun coreando Ayer, el último de los temas interpretados por La Habitación Roja, salí del foso de grupis (pero grupis normales, no grupis Izalianas) en el que me había metido para descubrir que nuestro querido Kerouac había desaparecido detrás de su rubia veinteañera, dejándonos a Alfonso y a mí con el ticket de una copa para cada uno. Así, sin Pablo, pero con una copa en su lugar (not bad) nos aposentábamos en el césped del prado de la Magdalena con más resaca que el Gran Lewosky el día de una partida de bolos y cientos de grupitos a nuestro alrededor; y es que el segundo día del Santander Music Fest se vendieron unas mil entradas más que en la primera jornada, hecho que se pudo contrastar de forma práctica en la kilométrica cola de espera a los lavabos de las chicas, que llegaba literalmente hasta las puertas de entrada al festival. Afortunadamente, la inteligencia femenina es más rápida que su vejiga, y una casita típica cántabra ubicada en el exterior del recinto del Festival sirvió de meadero improvisado a cientos de muchachuelas incapaces de esperar la casi media hora de rigor para entrar en los excusados. Ah, juventud, divino tesoro.
Los EME DJs servían de intermedio hasta la llegada del grupo más esperado del segundo día del Santander Music Fest 2014: los catalanes Love of Lesbian, quienes aparecieron puntuales; aunque entre problemas técnicos, al más puro estilo Super Bowl, con Santi Balmes presentando a todos los integrantes del grupo mientras iban saltando al escenario, cada cual ataviado de manera más hortera (lo mejor, el guitarrista cambiando de gorrito periódicamente).
En tirantes y pantalón de traje, Santi Balmes, al igual que el resto de los lesbianos, demostraba que tenía energía de sobra a pesar de haber tocado el mismísimo día anterior en el Arenal Sound. Y si con Izal hablábamos de una horda de féminas grupis invadiendo el gallinero, con Love of Lesbian el fenómeno fan se dejó sentir con toda la intensidad que cabría esperar entre todos los asistentes al conciertos: hombres, mujeres o viceversa; adolescentes, post-adolescentes o tardo-adolescentes. O lo que sea.
Circenses hasta el final, Love of Lesbian dejó a su entregado público cantar Si tú me dices Ben, yo digo Affleck, Mal Español o el Manifiesto delirista mientras “retocaba” letras de Rafael (“porque yo me amo con la fuerza de los mares, yo me amo con el ímpetu del viento, yo me amo en la distancia y en el tiempo, yo me amo sobre todo en el lavabo…”) e introducía performance deslucidas por los problemas técnicos, como aquella de El Poder de la Tijera, en la que Balmes empuñó un enorme tijeretazo para protestar contra los recortes del Gobierno, metiéndose aún más al público en el bolsillo, ahora que hasta Amaral hace canción protesta.
Con Toros en la Wii, Love of Lesbian entonó su ya tradicional “fantáaasticooo, para pa para para, fantáaasticooo” (ya sabéis) mientras desaparecía del escenario dejándonos a todos de buen rollo y a los pobres inglesitos de Archie Bronson Outfit (¿Quiénes? ¿Mande? ¿A esos los conoce alguien o solo en su casa a la hora de comer?) con un palmo de narices al verse incapaces de superar un show como el de los lesbianos. Quizá por eso aparecieron en la pista medio pedo y con un bajo que hacía retumbar el suelo del prado de la Magdalena y nos llegaba hasta la caja torácica a los asistentes (¿problemas técnicos o simple personalidad musical? No fucking idea).
El caso fue que a esos, a los de Archie Bronson Outfit, los vimos desde el suelo, justo cuando Pablo llegaba a nuestra vera para comunicarnos que se iba a ir un rato a la playa con su rubita. “¿Tenéis condones?” preguntó. “¿Qué mierda es esta?” preguntaba Alfonso, por su parte, refiriéndose a los Archie Bronson Outfit. Ah, las venéreas festivaleras veraniegas.
Afortunadamente el siguiente de los grupos en actuar fueron mis amados, encumbrados y nunca suficientemente idolatrados El Columpio Asesino que, ESTA VEZ SÍ, pudimos degustar desde las primeras filas del Santander Music Fest 2014. Y no porque una se pusiera a hacer cola durante horas seguidas, sino porque toda la masa congregada para Love of Lesbian pareció desaparecer en un segundo y dejó el campo de la Magdalena considerablemente más vacío de lo que cabría esperar, siento el grupo de Pamplona uno de los platos fuertes del cartel (al menos, para mí, que está visto que como moderna no sirvo ni para dar por… en fin, es igual).
Empezando con la genial Ballenas muertas en San Sebastián y tomando el estatismo y la languidez en el escenario como señas de distinción, el Columpio Asesino dejó para el final su plato fuerte, el himno que todos estábamos deseando corear a voz en grito, Toro, abandonando a su audiencia poco después con la misma cara con la que llegó, en las manos de los eclécticos 2 Many DJs.
Y es que si hubo alguna sorpresa aquella segunda jornada en el Santander Music Fest 2014, esa fue sin duda alguna el dúo de Bélgica; quienes, como comentó Alfonso (experto en festivales) ya pasaron por Santander años atrás, cuando el Festival de Música de Santander era de electrónica y los 2Many DJs compartían cartel con Prodigy y con… ¿Black Eyed Peas? Pues sí, eso ocurrió. De verdad.
Así, remezclando temas de CHIMO BAYO (sí, CHIMO BAYO), MGTM, y otras moderneces electrónicas (Chimo Bayo, en serio, CHIMO BAYO) y dándoles trabajo a los cámaras del Santander Music Fest, sacando a chicas guapas bailando por las pantallas gigantes, 2Many DJs consiguió hacer salir como del centro de la tierra (como los orcos, igual) a todos los electro-indis reunidos en el prado de la Magdalena. Incluido al electro-indi que Alfonso llevaba dentro, ataviándose con gafas de sol a las 3 de la madrugada y tapándose la cabeza con la capucha de su sudadera. Se hacía imprescindible, en aquel estado de excitación electrónica, colocarse en las primeras filas de la pista para aparecer en las pantallas gigantes. Era necesario. Y debo decir que la cámara le cogió cariño a Alfonso, que apareció unas cinco veces en las pantallas gigantes del festival. Fama y gloria pasajeras.
Y el caso fue que no pasaron ni 3 minutos entre “esta sí, esta nooo, esta síii, esta nooo” a pleno pulmón cuando se nos acercaban dos jovenzuelos a pedirnos pastillas a Alfonso y a mí. “No tengo pastillas, tengo speed”, les vaciló Alfonso. “Pero nosotros queremos pastillas, ¿no tienes pastillas? Te podemos pagar”, dijeron ellos. “Dales los Nolotiles” le dije yo. Pero Alfonso es un buen hombre, así que dejó pasar el negocio.
Poco después se nos acercó un hombre-caballo y nos hicimos una foto con él, pero este no nos pidió pastillas. Y no, si no fuera porque tengo fotos, yo tampoco creería que se nos acercó un hombre-caballo, así que entiendo vuestro escepticismo. “Veeen” me dijo el hombre caballo. “Ni con un palo, Affleck”, le dije yo. Y así acabó nuestra segunda jornada en el Santander Music Fest 2014.
Porque lo de encontrarnos con Kerouac en el hostal y que ambos se pusieran a gritarle a las chicas de la calle, desde la ventana, algo así como “venid, tenemos alcohol”, es otra historia.
Eso sí, para la tercera y última crónica del Santander Music Fest 2014 prometo contaros todo lo que necesitáis saber para colaros en las zonas VIPs de los festivales y… el final de la love-story festivalera.
Más del Santander Music Fest 2014:
Día 1. León Benavente, Iván Ferreiro, The Asteroids Galaxy Tour, Izal y Standstill. (Los tíos son unos hijos de puta y tú y yo lo sabíamos).
Día 3: Templeton, Sidonie, Glass Animals, Vetusta Morla y Sexy Sadie. (Un verano en Santander nunca se puede olvidar).
2 respuestas a “[Crónica] Santander Music Festival 2014: (Día 2) La Habitación Roja, Love of Lesbian, Archie Bronson Outfit, El Columpio Asesino y 2 Many DJs”