Pau de Nut en El Negativo Bar: los conciertos vermuteros sabatinos malasañeros

Desde hace unos meses, en un pequeño rincón de Malasaña llamado El Negativo Bar se vienen desarrollando unos atípicos y coquetos conciertos que podríamos denominar como “vermuteros”. Citados todos a la 1 de la tarde, Fátima (la camarera y co-propietaria de El Negativo Bar) se dedica a servir vermut casero y pinchos de empanada (casera también), queso o galletitas a los parroquianos que, desafiando a la resaca, optan por dedicar los mediodías de los sábados a conocer a nuevos (y viejos) y modernos (y clásicos) músicos. Este pasado sábado 25 de abril fue el turno del chelista catalán Pau de Nut. 

Y vosotros os preguntaréis, ¿un chelista catalán en un local malasañero? ¿y a la 1 de la tarde? Pues sí. Y bien agusto. Porque Pau de Nut no es un chelista cualquiera, como tampoco es un bar cualquiera El Negativo. Por lo que, lo que ocurre dentro de sus estancias, tampoco pueden ser experiencias cualquieras, sino extraordinarias.

A la 1 del mediodía ya abría sus puertas El Negativo Bar el pasado sábado 25 de abril con motivo del “concierto vermutero” de la semana, del que se encargaría en aquella ocasión Pau de Nut. Pronto empezaron a aparecer los primeros parroquianos, adictos ya a ese dulzón vermut casero que Fátima servía de una botella de cristal gordo, de esas que te seguro llevarían los piratas en sus bodegas. Y qué rico estaba con un par de hielitos y los pinchos que nos iban sirviendo. ¡Así sí que mola “madrugar” un sábado!

Pau de Nut comenzó su actuación un poco más tarde, para dar tiempo a los rezagados. Muchos de ellos (¡Qué sorpresa!) niños acompañados de sus padres. Pau no sabía si adaptar su peculiar performance añadiéndole un par de rombos al asunto, pero se dejó llevar. También asistieron al evento un par de bicicletas reformadas, ataviadas con sendos sombreros para que se sintieran más acompañadas.

Era aquel el primer fin de semana en muuucho tiempo que Pau de Nut pasaba en la capital de las Españas. Al chelista es más fácil cogerle cada jueves a las 9 de la noche en el Café de las Delicias de Barcelona, donde realiza una performance cercana al café-teatro, con retazos de couplé, música clásica y musical.

Un maridaje ecléctico que culmina en un espectáculo cercano, basado en la complicidad con el público, en el que Pau de Nut va desgranando una serie de versiones pop en chelo. No es extraño encontrarse entre ellas (como se encontraron los parroquianos de El Negativo aquel mediodía) a alguna de Alaska y Dinarama, o de películas griegas perdidas en el olvido, o cantadas en flamenco, o versiones de Chabela Vargas susurradas intensamente lentas al oído de algún despistado (pobre Fernando, qué vergüenza pasó el pobre).

Eso sí, mi favorita de todas siempre será I can´t take my eyes off of you, pero no la de Damian Rice, sino la de Andy Williams, en la que a Pau de Nut le faltó partirse la camisa como Camarón.

Aquel concierto vermutero (¿he dicho ya “gratuito”?) fue especial no solo por lo especial que resulta de por sí el espectáculo de Pau de Nut, sino por la extraordinaria ocasión de contar con el chelista catalán en la capital. Un fin de semana en el que Pau se prodigó por el Primer Concierto Secreto de The Rosillo’s Rover (ya, ya os hablaré de eso), por el festival Malakids! y por El Negativo Bar como únicos y privilegiados puntos de encuentro.

Qué ganas tenemos ya todos de que vuelva. Qué ganas de mudarse a Barcelona tan solo para escuchar aquel diálogo de sus labios: “Taka, si los pájaros cantan sin saber leer música, ¿por qué tú no?”. Y es que no hace falta ser un erudito para disfrutar del chelo. Sobre todo, cuando lo toca Pau de Nut, y tú tienes un vermut entre tus manos.

¿Os apuntáis al siguiente concierto vermutero de El Negativo?

Datos prácticos:
Concierto de Pau de Nut: gratuito.
El Negativo Bar: Travesía de San Mateo, 10.
Copa de vermut (con tapa): 2 euros.