En una sala que parecía sacada de Carretera Perdida de David Lynch, entre luces rojas y azules y un hipnótico cartel con luces de neón, el pasado viernes 11 de abril nuestros amados Alborotador Gomasio dieron el que sería su (pen)último concierto en la Sala Clamores antes de retirarse durante una temporada – corta, esperemos– y el primero después de su actuación en la Fiesta de Aniversario de The Rosillo’s Rover, a plantear su próximo disco, del que ya se pudieron escuchar algunas canciones en las (extrañamente) breves apariciones que dio el grupo durante estos últimos meses en Madrid.
Junto a ellos, los grupos de rock (muy, muy) noise Súper Cadáver y los (más tirando a) punk Fuckaine defendieron su estatus de underground en una noche de la que solo algunos elegidos – a saber, los chicos de El Pardo, de Esquimales, algunos de Juventud Juché y seguramente otros más que no llegué a reconocer – llegaron (llegamos) a disfrutar.
Si te lo perdiste, aquí te dejamos un porrón de fotos para que sientas que tú también estuviste dentro de aquel concierto Lyncheano…
Aunque una multitud bastante digna se agolpara aquel viernes 11 de abril ante la puerta de la Sala Clamores, lo cierto es que un desgraciado fallo de organización de la sala hizo que la gran mayor parte de aquellos que (y me incluyo) esperábamos a que se nos diese “permiso” para pasar termináramos entrando gratis by the face. Y es que eran ya las doce y media pasadas de la noche – cuando se suponía que el concierto empezaba a las doce y media en punto – y aún no había nadie en la puerta de la Sala Clamores picando las entradas, o controlando siquiera el paso.
Así, hartos de esperar a un puerta que no aparecía, tanto nosotros como la mayoría de los que esperaban decidimos entrar por nuestra cuenta. Un enorme fallo de organización que provocó que, al final de la noche, tan solo siete personas de todas las que había en el local hubieran pagado entrada.
Por lo demás, la noche transcurrió como en una especie de sueño surrealista en el que también se dieron cita Raúl Querido y Paula, vocalista y batería del fenomenal grupo post-punk protesta El Pardo, los chicos de Esquimales y el guitarrista de Juventud Juché; además de los propios miembros del resto de los grupos de la noche (excepto Fuckaine, que solo apareció para tocar).
Súper Cadáver comenzó la sesión haciendo mucho, mucho ruido en el escenario de la Sala Clamores, en una larga actuación en la que se pudieron escuchar sus temas California, Bandera, Revista, Supa cadave, Falda, Mozar, Sol, Hitler, Espectros, Garralondo y ya para terminar Justicia. Al dar los últimos acordes, todavía tres punkies les gritaban “¡¡MÁAAAS!! ¡¡QUEREMOS MÁAS!!”.
Una vez preparado el escenario, les sustituyeron los esperados Alborotador Gomasio, que dio una de las actuaciones más cortas que podamos recordar del grupo, que tan solo tocó unos veinte minutos – si llegaron. Y es que lo de ser el “grupo de en medio” en un concierto es siempre una putada.
Mientras las grupis de la Sala Clamores (a.k.a yo y otra) les pedíamos hijos, Marco, Guille, Koldo y los demás se preparaban para tocar Los excesos, Contra el suelo, Si me mato, Reflejos, Canon y ya por último en una especie de final a lo coitus interruptus, Los rastros de Nacho. Alborotador Gomasio estuvo correcto, enérgico y demostrando su saber hacer, aunque ni el tiempo ni los contratiempos de aquella noche permitieron que diesen todo lo que son capaces de dar.
Tras ellos, Fuckaine tomó el relevo y aprovechó la permisividad de la sala para tocar más que ninguno de los grupos anteriores, finalizando su concierto a las tres y media de la madrugada, cuando supuestamente la Sala Clamores termina los conciertos a las tres en punto.
En una actuación correcta aunque desapasionada, tomando como marca de identidad el que todos los miembros del grupo llevaran la cremallera de los pantalones bajada, un guitarrista con una hebilla de los Cazafantasmas y una bajista que recordaba a Nawja Nimri en sus buenos tiempos, Fuckaine tocó Thank u, Style, Playground, Aitork, Tronquito, Hooray y para terminar Get Fit.
Lo cierto es que la parte más divertida de la noche – con permiso de la musical – tuvo lugar después, ya fuera de la Sala Clamores, y ante un árbol que guardó todos los secretos del Madrid underground tan bien como mal lo hace The Rosillo’s Rover. Pero esa es otra historia…
Sala Clamores. Alburquerque, 14.
Concierto Alborotador Gomasio, Super Cadáver y Fuckaine: 6 euros.
Consumición: 5 euros tercio de cerveza nacional.
Texto y fotografías de…
Mi nombre es Elena Rosillo, omnívora cultural obsesionada con la Beat Generation y Glen Hansard. Pinto, escribo, canto coplas y hablo japonés. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, en proceso de doctorarme. He trabajado como redactora, community manager y SEO en páginas web relacionadas con el mundo de los Recursos Humanos y ofertas de empleo para universitarios. Ahora cumplo mi sueño de trabajar en la Guía del Ocio. En The Rosillo´s Rover escribo sobre ocio y cultura alternativa en Madrid, mi gran pasión.
Una respuesta a “Alborotador Gomasio en la Sala Clamores: el concierto”