El pasado sábado 7 de junio la sala Ego de Alcalá de Henares acogió uno de los conciertos más peculiares de su dilatada historia, el de los alemanes Vibravoid. Con una psicodelia sesentera, casi 25 pedales de distorsión y una capacidad insólita para llevar hasta el paroxismo melodías mántricas de casi 19 minutos de duración (también las tenían más cortitas), Vibravoid demostró a una escasa pero pasional audiencia de apenas quince personas la verdadera definición del rock psicodélico.
Así, a pesar de tener también programado un bolo para el día siguiente en la mítica Wurlitzer Ballroom de Madrid, los chicos de Vibravoid – Christian Alexander («Dr.» Koch) a la voz, guitarra y pedales; Robert «Bender» Braune a la batería y M. Lammert al teclado, dilataron su actuación en la sala Ego (al igual que sus canciones) hasta bien entrada la madrugada.
Si te perdiste el concierto de los Vibravoid en la sala Ego, aquí te dejamos la crónica y las fotos!
Eran las 12 de la noche en Alcalá de Henares, hora programada del concierto de los Vibravoid, y a las puertas de la sala Ego se agolpaban no solo los miembros del grupo, sino prácticamente toda la concurrencia al mismo, aprovechando la calurosa noche que, por fin, junio se había decidido a regalarnos. Dr. Koch, el cantante, aprovechaba también para hacer relaciones sociales con el público, compartiendo con ellos caladitas dulces de su cigarro y alguna copita previa. Ese era el ambiente en el que había de desarrollarse su actuación aquella madrugada: de colegueo.
Dentro de la Ego el escenario ya montado daba cuenta de la personalidad del psicodélico grupo: proyecciones de burbujas y olas de vivos colores invadían el escenario, un teclado doble colocado en el extremo exterior, los 25 pedales en el contrario, y la batería del italiano del grupo justo en medio. Al ocupar sus puestos cada uno para dar comienzo a la noche, dudo que muchos de los asistentes ni siquiera supieran a qué se enfrentaban.
Ballspeaker, Save my Soul, Magic Mirror, Playing with Beuys, Inagaddadavida y No Silverbird fueron las canciones elegidas por Vibravoid como setlist de su actuación en la Ego; repertorio que, aunque escaso en apariencia, ocupó casi dos horas y media de concierto (con paradita de cinco minutos a petición de Christian Alexander incluida). Vibravoid demostró así su capacidad no solo para reescribir míticas canciones al “idioma” psicodélico de forma brillante, sino su propia capacidad de aguante e improvisación sobre el escenario al alargar, complicar y simplificar temas de su último CD, Save My Soul.
Sin bises (eran ya casi las 3 de la madrugada) y con un público entre agotado y sorprendido por lo que acababan de ver y escuchar, los Vibravoid se despidieron y desaparecieron del escenario tan solo durante los minutos de rigor que les permitieron aparecer en la barra de la Ego instantes después.
Allí, público y músicos volvieron a compartir cigarros y copas. Y nosotros (Álex Jiménez, colaborador de Nos gusta la música además de DJ de distintas salas alcarreñas, y la que suscribe estas líneas) una extraña conversación sobre la filmografía de Bruce Lee y algunas fotos. Imposible resultó no referirse a los patrios Celica XX y apuntarles el nombre bajo la descripción de “el mejor grupo español de psicodelia”. Esperemos que ellos, los Vibravoid, opinen lo mismo.
Sala Ego de Alcalá de Henares.
Concierto Vibravoids: gratuito.
Consumición en la sala: 2 euros un tercio de Budwaiser.
Texto y fotografías de…
Mi nombre es Elena Rosillo, omnívora cultural obsesionada con la Beat Generation y Glen Hansard. Pinto, escribo, canto coplas y hablo japonés. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, en proceso de doctorarme. He trabajado como redactora, community manager y SEO en páginas web relacionadas con el mundo de los Recursos Humanos y ofertas de empleo para universitarios. Ahora cumplo mi sueño de trabajar en la Guía del Ocio. En The Rosillo’s Rover escribo sobre ocio y cultura alternativa en Madrid.
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